Un documental sobre la vida en la dictadura chilena gana el festival de cine de Valparaíso.
IBLNEWS, AGENCIAS
El documental "La ciudad de los fotógrafos", del director chileno Sebastián Moreno, se adjudicó el principal premio del Festival Internacional de Cine de Valparaíso.
La producción, que exhibe la forma de vida de los jóvenes y de la actividad fotográfica durante la dictadura militar (1973-1990), obtuvo el premio Santiaguillo, por la sensibilidad y cercanía en el tratamiento del tema.
Según determinó el jurado, la cinta conjuga originalidad y precisión al reflejar la actividad de un gremio de relevante importancia en un periodo complejo de la historia de Chile.
Destaca, además, la recuperación de la memoria y el rescate del patrimonio fotográfico y fílmico nacional, privilegiando valores como la solidaridad y el compromiso.
El director de la película, Sebastián Moreno, agradeció el premio y resaltó la importancia de "contar las historias que sucedieron y de revisar también la historia colectiva".
"La búsqueda de este documental fue viajar en el tiempo a la época de la dictadura pero no en un viaje informativo sino que en una travesía emotiva, logrando recuperar la emoción de aquellos años que para algunos fueron tan duros", añadió en declaraciones a Efe.
Para la presidenta del jurado y miembro de la Asociación Prodocumentales de América Latina, con sede en Albacete (España), Alicia Sagües, la obra galardonada está en la línea del interés y preocupación por los derechos humanos.
"Los procesos militares en el continente es un mal global que atacó durante bastante tiempo y que de alguna manera sigue persiguiéndonos", sostuvo.
"Por eso premiamos este excelente documental con características de largometraje, que recupera la memoria histórica a través del patrimonio fílmico y fotográfico", subrayó.
La experta documentalista recalcó que en América Latina prácticamente todos los países atravesaron "un tiempo de silenciamiento".
"No es que la gente se quedó sin voz sino que no las dejaron hablar o se hicieron oídos sordos de las voces de la gente, la gente seguía hablando, gritando y teniendo propuestas para compartir, y sin embargo los estados y los medios de comunicación se ocuparon finamente de que el resto de la población no los oyéramos", explicó.
El director del festival, Alfredo Barría, sostuvo que el certamen, que se celebró del 18 al 25 de agosto, "se consolida", mediante la recuperación de archivos fílmicos que se perdieron debido a la censura impuesta en dictadura.
"Nuestro trabajo ha sido minucioso pero aún nos falta recopilar obras de otros realizadores chilenos, tenemos un trabajo para los próximos años que está lejos de agotarse porque es sorprendente comprobar cómo el cine del exilio es mucho más amplio y multifacético de lo que uno pudiera suponer", apuntó.
La producción, que exhibe la forma de vida de los jóvenes y de la actividad fotográfica durante la dictadura militar (1973-1990), obtuvo el premio Santiaguillo, por la sensibilidad y cercanía en el tratamiento del tema.
Según determinó el jurado, la cinta conjuga originalidad y precisión al reflejar la actividad de un gremio de relevante importancia en un periodo complejo de la historia de Chile.
Destaca, además, la recuperación de la memoria y el rescate del patrimonio fotográfico y fílmico nacional, privilegiando valores como la solidaridad y el compromiso.
El director de la película, Sebastián Moreno, agradeció el premio y resaltó la importancia de "contar las historias que sucedieron y de revisar también la historia colectiva".
"La búsqueda de este documental fue viajar en el tiempo a la época de la dictadura pero no en un viaje informativo sino que en una travesía emotiva, logrando recuperar la emoción de aquellos años que para algunos fueron tan duros", añadió en declaraciones a Efe.
Para la presidenta del jurado y miembro de la Asociación Prodocumentales de América Latina, con sede en Albacete (España), Alicia Sagües, la obra galardonada está en la línea del interés y preocupación por los derechos humanos.
"Los procesos militares en el continente es un mal global que atacó durante bastante tiempo y que de alguna manera sigue persiguiéndonos", sostuvo.
"Por eso premiamos este excelente documental con características de largometraje, que recupera la memoria histórica a través del patrimonio fílmico y fotográfico", subrayó.
La experta documentalista recalcó que en América Latina prácticamente todos los países atravesaron "un tiempo de silenciamiento".
"No es que la gente se quedó sin voz sino que no las dejaron hablar o se hicieron oídos sordos de las voces de la gente, la gente seguía hablando, gritando y teniendo propuestas para compartir, y sin embargo los estados y los medios de comunicación se ocuparon finamente de que el resto de la población no los oyéramos", explicó.
El director del festival, Alfredo Barría, sostuvo que el certamen, que se celebró del 18 al 25 de agosto, "se consolida", mediante la recuperación de archivos fílmicos que se perdieron debido a la censura impuesta en dictadura.
"Nuestro trabajo ha sido minucioso pero aún nos falta recopilar obras de otros realizadores chilenos, tenemos un trabajo para los próximos años que está lejos de agotarse porque es sorprendente comprobar cómo el cine del exilio es mucho más amplio y multifacético de lo que uno pudiera suponer", apuntó.
© IBLNEWS. New York 2007
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