Comentarios culturales de un antiguo refugiado chileno de Valparaiso, ahora en Francia, Montpellier y como muchos otros, viviendo de milagritos...
Music is the Best, tal es su lema, aparentemente lo cree y aplica aqui :
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16 noviembre, 2007

Frida y el Indio

Frida Kahlo y el ''Indio'' Fernández se reconcilian después de la muerte.

Aunque la rivalidad entre Frida Kahlo (1907-1954) y su compatriota el director de cine Emilio "Indio" Fernández (1904-1986) hizo que ella no pusiera en vida un pie en la "Fortaleza" del cineasta, la pintora protagonizó este año la ofrenda del Día de Muertos tradicional en México en la mansión.

Esa festividad lleva a los mexicanos los primeros días de noviembre a poner ornados altares a los fallecidos y recordarlos con alegría en los cementerios, una celebración que en la casa del "Indio" se aprovecha para abrir las puertas al público una semana.

En la mansión del cineasta, uno de los pilares de la edad de oro del cine mexicano (1940-1960) con filmes como "María Candelaria", "Bugambilia" y "La malquerida", los visitantes han podido recordar a figuras como Frida y las legendarias actrices Dolores del Río y María Félix.

El altar dedicado al "Indio", apodo que le legó la sangre de su madre, preside el comedor junto a una mesa ricamente decorada, no muy lejos del salón donde tenían lugar las sonadas parrandas de la "Fortaleza", que lo enemistaron con Kahlo.

La razón era que el marido de ésta, el muralista Diego Rivera (1886-1957), era un habitual de las fiestas de la mansión de su compadre, construida también para emplearse como escenario de rodajes.

Entre sus muros se daba cita la flor y nata del espectáculo de México y de Hollywood, y a su puerta acudía Frida a pedir a la hija del director, la pequeña Adela Fernández, que entregara recados a Diego.

"Frida decía que era la casa de los machos mexicanos y que ella no tenía nada que hacer aquí. Venía únicamente a tocar la puerta a ver si de casualidad estaba su marido", dijo hoy a Efe uno de los cronistas de la "Fortaleza", Cristóbal Arias, que oficia como guía.

A pesar de ello, por iniciativa de Adela, la pintora ocupa este año el principal altar de muertos de la casa, con un retrato pintado en los años 70 en el que originalmente aparece desnuda pero que para la ofrenda la muestra con un traje de tela de indígena tehuana.

Junto a la pintura hay un retrato de su padre, Guillermo Kahlo, un cofre, fotografías, copas y un libro con una de las frases de la artista: "Pies para que los quiero si tengo alas para volar".

Paradójicamente, el salón donde está el altar es el que diseñó el "Indio" para las fiestas a las que Frida no acudía y en las que tan a menudo participaba Diego Rivera.

En la estancia hay también unas escaleras que llevan a un balcón, mitificado porque de allí bajó María Félix, para propinarle una fuerte cachetada a Jorge Negrete en el filme "El rapto", dirigido por el "Indio".

"La Doña" también tiene su altar, con un retrato pintado por Rivera; a unos pasos está el de Dolores del Río, engalanado con un cuadro pintado por Rosa Covarrubias y junto al que reposa una fotografía con Frida.

Casi en cualquier rincón hay un recuerdo para alguien: la saga cinematográfica de los Fernández, el compositor Francisco Gabilondo Soler "Cri Cri", las cantantes españolas Rocío Dúrcal y Rocío Jurado, la pintora mexicana Remedios Varo...

La casa está inundada de calacas, los tradicionales y alegres muñecos de esqueletos imaginados por el grabador José Guadalupe Posada (1852-1913), que desdramatizan la figura de "la Catrina" o "la pelona", como se apoda a la muerte en México.

Entre las decenas de ellos que decoran la "Fortaleza" hay algunos vestidos de operador de cámara de cine, bailarina, de charro mexicano y hasta de torero, además de un perro esqueleto.

La mansión presenta también numerosos retratos del "Indio", sus hermanos, sus amigos y sus mujeres, además de flores de vivos colores, sombreros, cinturones de balas y muchos más elementos decorativos.

Adornar la casa para esta ofrenda que se realiza anualmente conlleva, además de mucho trabajo, un desembolso cercano a los 25.000 pesos (casi 2.300 dólares), que se recuperan después con los 40 pesos por persona (3,6 dólares) que se cobra por entrar al mundo del "Indio" Fernández.

En la semana que ha permanecido abierta al público, la Fortaleza ha recibido a cerca de 3.500 personas.

EFE

2 comentarios:

Natalia Molina dijo...

No sabia d eesa historia , bien interesante , te dejo mis saludos
Natalia

Joe el Misterioso dijo...

Gracias por la visita y el comentario.

Saludos lluviosos desde Francia..!