Comentarios culturales de un antiguo refugiado chileno de Valparaiso, ahora en Francia, Montpellier y como muchos otros, viviendo de milagritos...
Music is the Best, tal es su lema, aparentemente lo cree y aplica aqui :
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26 mayo, 2006

Guns n' Roses live


Guns n' Roses escenifican en Madrid la autodestrucción en estado puro

MADRID (Elena Mengual para
www.elmundo.es).- Hace casi 14 años, miles de fans de Guns n' Roses se quedaban con una entrada en la mano y todas sus ilusiones (lejos de usarlas, como pedía en su título el mítico doble álbum de la banda, 'Use your Illusion') se degradaban al ritmo de la aluminosis del Estadio Vicente Calderón. Muchos intentaron anoche desquitarse; pocos lo habrán conseguido, a juzgar por el concierto ofrecido por el grupo, o, mejor dicho, por lo que queda de él.

Axl Rose y sus secuaces, una banda formada por ex componentes de grupos de cierto prestigio, pero que brillan más bien poco a la sombra del que fuera mítico líder de los Guns n' Roses -y no precisamente por su brillantez- han ofrecido un concierto en el que, a pesar de intercalar algunos de los clásicos del grupo californiano con nuevos temas del álbum 'Chinese Democracy' (ese en el que Axl Rose lleva 11 años trabajando sin lograr que vea la luz), no han conseguido que el público de Madrid entrara en calor, y eso que llegaba predispuesto.

Claro que las dos horas de retraso respecto al horario original (Rose, cual Cenicienta, sólo se ha dignado a salir a escena cuando el reloj marcaba ya las 0.00 horas) han hecho aparecer los primeros bostezos entre el público presente en el auditorio del Parque Juan Carlos I de Madrid, además de algún que otro grito de "hijos de puta", con el que han sido recibidos a su salida al escenario. Y también han llevado a alguno a arrancar las sillas de las gradas. Y a tirar cervezas al vocalista. No era más que el principio.

Y eso que los acordes de 'Welcome to the jungle', uno de los 'himnos' de los 'Gunners', han marcado un comienzo de un concierto que, pese al retraso, aún podía dejar huella en la memoria de los presentes, sobre todo cuando a continuación han sonado dos temas más de 'Appetite for destruction', el primero y mejor disco de los Guns n' Roses: 'It's so easy' y 'Mr. Brownstone'

Llegaría después 'Live and let die', la versión 'cañera' de la canción de Paul McCartney. El público botaba al ritmo de un inexpresivo Axl Rose, que a golpe de 'botox' ha logrado perder toda expresión en su cara y asemejarse a una de esas estatuas del Madame Tussaud, rematada por una incipiente calvicie que el cantante refugia tras unas rastas que empiezan bastante más allá de la frente. Los años no perdonan.

Tampoco a sus fans, que, dadas las horas y teniendo en cuenta que muchos trabajan este viernes, bostezaban sin parar. Y es que adelantar un concierto de domingo a jueves, aun cuando es uno de los únicos dos que Guns n' Roses ofrecerán en España, no es plato de buen gusto para nadie. Y menos si no vives en Madrid.

Tras el subidón de adrenalina provocado por los cuatro primeros temas, la banda decidía relajar los ánimos interpretando uno de los temas de 'Chinese Democracy'. Ante el tedio que el tema, como los demás del disco -bastante 'blanditos'- ha provocado en el personal, han sido varios los que se han animado a ocupar el tiempo en 'exhortar' a Axl Rose con gritos de "gordo" y pidiendo el regreso de Slash, el mítico guitarrista de la banda que abandonó, empujado por el complicado carácter del 'divo' Axl.

Cuando la cosa se complicaba, han comenzado a sonar los acordes de 'Sweet Child Of Mine', uno de los temas bandera de Guns n' Roses, para a continuación dar rienda suelta a la versión del 'Knockin' on Heaven's Door' de Bob Dylan. El personal empezaba a calentarse... en vano. A continuación, guitarrista y bajista han decidido marcarse unos solos que más bien podrían haber reservado para sus reuniones de amigos. No obstante, lo han arreglado mínimamente con 'You could be mine', uno de los pocos temas que han interpretado del álbum 'Use Your Illusion'.

A continuación, los Gunners han decidido ofrecer una demostración de esas habilidades instrumentales que estarían mucho mejor si jamás salieran de una reunión de colegas. Los bostezos y los gritos de "que me aburro" han hecho poca mella en la moral del grupo, que, tras interminables minutos de acordes de jazz y baladas, ha decidido interpretar 'Out Ta Get Me'.

Poco permeables a las críticas, han vuelto a la carga con los solos de guitarra, por lo que se han ganado más de un grito de "No eres Slash" y "No le sale, coño". A pesar de intercalar entre solo y solo 'November Rain', una de las baladas míticas de la banda, el enfado del público ha ido en aumento, y es que ni los fuegos artificiales que han acompañado el concierto han logrado disimular el bochornoso espectáculo sobre el escenario del recinto ferial.

Ante tal impaciencia, los 'Gunners' se han atrevido con 'My Michelle', otra de las canciones del 'Appetite', con 'Patience', una de las baladas 'bandera' de la banda y la única que han interpretado de 'Lies', su segundo disco, y con 'Nightrain'.

A partir de ahí, el concierto ha desencadenado en una secuencia de solos poco talentosos que ni la interpretación del 'Paradise City' ha logrado borrar de la mente del público. El mismo público que ha pagado entre 40 y 48 euros por ver a los Guns n' Roses -o más bien lo poco que queda de ellos- en directo.

No obstante, el concierto -por cierto, el primero de su gira mundial- ha aportado varias cosas interesantes a aquéllos fans que en 1992 se quedaron con la entrada en la mano y sin ver a los Guns n' Roses.

La primera, que queda demostrado que el 'alma mater' de la banda era Izzy Stradlin, aquel teclista, compositor y amigo de Axl Rose que no le aguantó más. Dos, y por mucho que duela, que los grupos tienen un ciclo. Empiezan, arrasan y deben acabar cuando están en lo más alto. Tres, nos hacemos mayores y la paciencia se nos acaba. Las maneras de divo de Axl Rose hace tiempo que nos resultan patéticas.

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