"Contiene varias metáforas"
La obra cuenta la historia de un pueblo que se ve alterado por la llegada de un "desertor".
Utopía.- El pueblo descrito por Manns tiene una sociedad utópica, como la de Moro, la que constantemente es amenazada por la guerra.
Cuando una persona escucha el nombre de Patricio Manns, lo primero que se le viene a la mente son sus canciones. Y es que, lamentablemente el Premio Municipal de Literatura de Valparaíso 2005, en Chile es más reconocido por su carrera musical que por su trayectoria narrativa, en la que se encuentran ensayos, cuentos, novelas, poemas y obras de teatro.
Su última publicación se titula "Diversos instantes del reino" (Editorial Alfaguara), y será presentado próximamente en las Universidades de Playa Ancha y Católica de Valparaíso. El texto trata sobre los habitantes de un pueblo ficticio llamado Muerteputa, quienes se ven alterados con la llegada de un extraño personaje, denominado Desertor.
-Su libro pareciera ser una metáfora de lo que sucedió en la dictadura, ¿usted lo cree así?
"Contiene varias metáforas convergentes. Una de ellas alude a los 'contra', aquellos individuos que por diversas razones aceptan ser contratados por extranjeros para atentar y conspirar contra su propio país. Ésta es una metáfora latinoamericana. Sin embargo, el asunto va considerablemente más lejos".
Realidad metafórica
-¿Cómo describiría el pueblo que inventó?
"La sociedad de Muerteputa es utópica, en el sentido que le confiere Tomás Moro a esta expresión. Si no es perfecta, es habitable, sus leyes son claras y específicas para todos. La comunidad está férreamente unida por la memoria histórica que concierne a su portentoso pasado y el gratificante esplendor del trabajo, cuyas siembras y cosechas pertenecen a todos. La parte de la población que se encuentra en una edad más avanzada, es meditativa y sabia. De ahí que en Muerteputa 'soñar es un trabajo de prestigio'".
-¿Qué significado tiene el nombre del lugar?
"Es un concepto victorioso: el grito de los enemigos derrotados que huyen en desbandada de la guerra y de la aldea que no conquistaron. Es una potente señal para una comunidad que construye sobre bases muy sólidas su futuro. Por lo demás hay allí otra metáfora".
-¿Cuál?
"El libro fue concluido antes del episodio de las Torres Gemelas. En un pasaje se dice más o menos lo siguiente: "Díganles a aquellos que los están azuzando, que esto puede terminar de otra manera, y que un día podemos llevar la guerra a su propio territorio". Es algo que los estadounidenses no habían concebido como una probabilidad hasta que les cayó encima su propio 11 de septiembre".
-Claro, siempre existe un enemigo.
"En Muerteputa, por ejemplo, la guerra ha sido excluida de los hábitos colectivos, pero ésta los acosa permanentemente, como lo recuerda la existencia de los cementerios".
-¿Y qué viene a representar el Desertor?
"Es un contra, y él mismo lo reconoce de manera explícita. Cuando se ve reflejado en los ojos de la muerte, confiesa que ha nacido en una aldea vecina. Pero ya es demasiado tarde. Por lo demás, es un individuo muy desgraciado, que carga con fracturas en el espíritu y en la memoria, sobre todo por la relación con el padre, y que fue alistado en las filas de un ejército a muy temprana edad. Él también está marcado por un sino trágico".
-¿Por qué la muerte se convierte en un eje central del libro?
"En mis libros se muere mucho, porque a menudo abordo cuestiones relacionadas con la violencia. Nuestro continente es muy violento. La muerte es un elemento cotidiano".
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