Una avalancha de público sin consecuencias marca la primera noche del FIB
- Benicàssim también vibró con Babyshambles, Manta Ray y Echo and the Bunnymen
Frank Black, durante la actuación de The Pixies. (Foto: E. Torres)
BENICÀSSIM | MADRID.- La primera jornada del Festival Internacional de Benicássim (FIB) se vio marcada por la suspensión durante media hora del concierto de The Pixies y por la convincente actuación de The Strokes. Esta noche, turno para Morrisey y Franz Ferdinand.
Miles de 'fibers' abarrotaron el Escenario Verde para asistir al esperado recital de la banda de Frank Black, autora de discos imprescindibles de finales de los 80 como 'Surfer Rosa', 'Doolittle' y 'Bossanova'.
Sin embargo, apenas veinte minutos después del comienzo y durante el éxtasis de 'Monkey gone to heaven' Black ordenó a sus compañeros —Kim Deal al bajo, Joey Santiago a la guitarra y David Lovering a la batería— abandonar el escenario.
Según la organización, las vallas centrales, más cercanas al escenario, cedieron ante la masiva presencia de público y su creciente empuje desde la explanada, aunque no se registraron daños personales.
Finalmente, los técnicos consiguieron afianzar una nueva barrera de protección, y The Pixies regresaron para ofrecer algo más de media hora de concierto, donde sonaron más temas clásicos de su repertorio como 'Here comes your man' —la más coreada-, 'Where is my mind' o 'Gigantic'. El cuarteto de Boston dio una lección de cómo envejecer defendiendo su música.
Y poco después, tras años de espera del planeta 'indie', sonaron The Strokes en Benicàssim. Se les esperaba con expectación y el grupo respondió con el sonido de su música en directo, ruidosa, precipitada y pegadiza, sin artificios: la mejor versión de la banda más 'cool' de Nueva York.
Julian Casablancas y sus 'compinches' realizaron un popular y seguro recorrido por sus tres discos, encadenando temas de elevado ritmo como 'New York City Cops', 'You only live once' o 'Last nite', sin apenas concesiones al intimismo, salvo el solitario sonido de un órgano en 'I've got nothing to say'.
Cuero en la vestimenta, luces retrógradas, rock y objetivo cumplido ante un público entregado, y convencido de que los mejores acordes de estos jóvenes suenan alejados de las complejas producciones discográficas de sus últimos trabajos.
Esta primera gran jornada del FIB también acogió los conciertos de The Futureheads —con su mezcla de The Clash y Franz Ferdinand—, Echo and the Bunnymen —segunda visita al festival en tres años, repasando temas de los 80 y defendiendo con dignidad su nuevo disco, 'Siberia'—, Dominique A, Manta Ray, Babyshambles, Grande-Marlaska, 12Twelve, Isolée, Colder y Nathan Fake.
Para esta noche se esperan, principalmente, los conciertos de Morrissey y Franz Ferdinand, junto a Rufus Wainwright, Jay-Jay Johanson o Soulwax.
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