| Los nuevos góticos: sin alivio de luto ¡Han vuelto! Cual zombis salidos de sus tumbas, los adoradores de Poe toman las calles. Son así. |
Los góticos actuales se reconocen herederos de la tradición de la literatura gótica de terror del siglo XIX, los poemas malditos de Baudelaire, los Cantos de Maldoror, de Lautreamont, o los dibujos siniestros de Edward Gorey -reeditados últimamente por la editorial Valdemar-, pero también han crecido en los últimos años a la sombra de la popularidad de un juego de rol -Vampiro: La mascarada-, de las novelas de la estadounidense Anne Rice o de películas como Entrevista con el vampiro -basada en una novela de Rice-, El cuervo o Matrix. Aunque, como es evidente, donde lo gótico tiene una presencia más continuada es en el mundo de la música.
A grupos clásicos de los 80, como Fields of the Nephilim o Christian Death, o de los 90, como los alemanes Rammstein y los eslovenos Laibach, les han sucedido bandas superventas en los últimos años: Marilyn Manson y su iconografía perversa, los finlandeses Him, los holandeses Within Temptation o los estadounidenses Evanescence. Son la punta del iceberg de un movimiento que engloba en su seno también la música electrónica oscura (:Wumpscut:), la industrial (Feindflug) o el dark folk (Death In June), entre otro centenar de etiquetas y tendencias inclasificables. Si bien en España nadie ha recogido el testigo que dejaron Héroes del Silencio -desde un punto de vista de popularidad-, algunos grupos como los catalanes Culture Kultür van teniendo presencia en el mercado electrónico internacional.
Siendo la música la manifestación más representativa, el renacer gótico no se limita a ella. La serie cinematográfica Underworld muestra uno de los últimos exponentes del gusto por lo oscuro en el cine, presente también en numerosos juegos de ordenador, como F.E.A.R, Alice American McGee´s o la saga de Resident Evil. En el cómic, la obra del prolífico Roman Dirge (especialmente con su adorable niña muerta, Lenore, recientemente editada en España por Norma), Angus Oblong o Jhonen Vásquez siguen la estela de tal imaginería.
Y en arte, hay personalidades como el fotógrafo Joel-Peter Witkin, que simultanea su trabajo como portadista de revistas como Rolling Stone con exposiciones en las que retrata a personas con problemas físicos convertidas en criaturas mitológicas, en un ominoso blanco y negro retocado con el ordenador.
Julián Díez-Santiago Eximeno
No hay comentarios.:
Publicar un comentario