Música - Saxo solitario
Por Stefano Russomanno.
The distance runner. David Liebmann
David Liebman (Brooklyn, Nueva York, 1946) es, junto con Anthony Braxton y Evan Parker, el mayor exponente de la improvisación al saxo en solitario. A finales de los sesenta, Braxton hizo de la actuación en solitario -liberada de cualquier constricción rítmica y formal exterior- un ejercicio de descomposición tanto de los materiales musicales como de los recursos tímbricos y técnicos propios del saxo, que luego reordenaba en abstractas geometrías sonoras.
Allá por los años setenta, Evan Parker aportaba a sus piezas «a solo» un mayor sentido envolvente: arpegios vertiginosos y sonidos multifónicos eran utilizados por el intérprete como masas a partir de las cuales iba depurando el material temático. El estilo de Liebman es en cambio más lineal y efusivo, con una flexibilidad que es reflejo de sus múltiples influencias («Somos la primera generación -afirma el músico- en tener a nuestra disposición a Jimi Hendrix, Bartók, Coltrane, Ravi Shankar y los cantos tibetanos como referencias auditivas»).
Por Stefano Russomanno.
The distance runner. David Liebmann
David Liebman (Brooklyn, Nueva York, 1946) es, junto con Anthony Braxton y Evan Parker, el mayor exponente de la improvisación al saxo en solitario. A finales de los sesenta, Braxton hizo de la actuación en solitario -liberada de cualquier constricción rítmica y formal exterior- un ejercicio de descomposición tanto de los materiales musicales como de los recursos tímbricos y técnicos propios del saxo, que luego reordenaba en abstractas geometrías sonoras.
Allá por los años setenta, Evan Parker aportaba a sus piezas «a solo» un mayor sentido envolvente: arpegios vertiginosos y sonidos multifónicos eran utilizados por el intérprete como masas a partir de las cuales iba depurando el material temático. El estilo de Liebman es en cambio más lineal y efusivo, con una flexibilidad que es reflejo de sus múltiples influencias («Somos la primera generación -afirma el músico- en tener a nuestra disposición a Jimi Hendrix, Bartók, Coltrane, Ravi Shankar y los cantos tibetanos como referencias auditivas»).
Con respecto a su anterior disco en solitario (Colors), The Distance Runner procede de un concierto en vivo -se grabó en el Festival de Jazz de Willisau (Suiza) en agosto de 2004-, lo que le confiere un tono más directo y comunicativo. Una vez más, Liebman confirma la tendencia de concebir sus solos desde una óptica exquisitamente pictórica, valiéndose para ello de un sonido que sobresale por su gran belleza. El conceptualismo y la abstracción de las improvisaciones son equilibrados utilizando como elemento de inspiración imágenes, símbolos o sensaciones extramusicales, y agrupando luego las piezas en forma de suites. En un caso, puede tratarse de colores. En otro (el tríptico The Tree), las partes adquieren tonos libremente descriptivos relacionados con sus títulos («Raíces», «Troncos», «Ramas»).
La conexión con la música oriental es explícita en Mother, donde el instrumentista coge la flauta de madera y entrelaza ecos que van de la India hasta Japón. Referencias sutiles a la música india aparecen de nuevo en la pieza más amplia y ambiciosa del disco: Time Immemorial. Aquí el saxo de Liebman se apoya en una sección pregrabada realizada a partir de tomas de otros saxos, ora convertidos en ruido puro, ora transformados en una especie de órgano o reconocibles y superpuestos de forma casi polifónica. También estructurado como una suite (en cinco partes: «Antes», «Entonces», «Ahora», «Después»), Time Immemorial se configura como una reflexión sobre el tiempo y su trascendencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario