Por Piero Castagneto
¿Por qué el liceo Eduardo De la Barra es tan tradicional, y tan arraigado en el inconsciente colectivo porteño? Las razones van más allá del mero hecho de ser el establecimiento de su tipo más antiguo de la ciudad ya que, por lo demás, ha experimentado diversos y necesarios cambios en su larga existencia. La explicación de ese peso especial que tiene para la comunidad y también para su propia gente, pasa por entender lo que significó su aparición en el panorama de la educación en Valparaíso.
En la segunda mitad del siglo XIX los establecimientos asimilables a lo que hoy llamamos enseñanza media o secundaria y superior eran escasos, estaban por lo general en manos privadas, y su orientación era claramente hacia lo comercial, ya que su fin primordial era formar jóvenes que en el futuro se desempeñarían en las grandes firmas mercantiles o en instituciones afines, como la Aduana y las entidades del incipiente sistema financiero.
En otras palabras, la orientación que deseaban los respectivos padres, a menudo ellos mismos comerciantes y empresarios de la plaza, era eminentemente pragmática, lo que iba en desmedro de una buena oferta de formación humanística. Por ello, desde 1853 existía una escuela Normal Mercantil, cuyos orígenes, debidos a necesidades tan prácticas, guarda cierta analogía con las razones que llevaron al surgimiento de un establecimiento de habla inglesa, The Valparaiso Artizan School (futuro The Mackay School) y uno de habla germana, la Deutsche Schule, ambos en 1857: los miembros de las respectivas colectividades extranjeras necesitaban educar a sus vástagos al estilo de la formación que hubiesen recibido en sus respectivas patrias.
No obstante, la carencia de un liceo a cargo del Estado, que entregara una formación de ramos tanto científicos como humanistas, ya se hacía sentir en aquella época, y de hecho, el actual "Eduardo De la Barra" tuvo un antecedente en el liceo fundado y dirigido por el educador José María Núñez, entre 1850 y 1856, experimento que lamentablemente quedó trunco por el fallecimiento de su artífice. Pero la idea de un plantel similar siguió inquietando, y el modelo a seguir estaba claro: el Instituto Nacional capitalino.
Científico, humanista y comercial.
El Liceo de Valparaíso se creó el 22 de marzo de 1862, de manera tal que en 2002 celebró su aniversario 140, que pasó un tanto desapercibido. Desde sus primeros tiempos ofreció una educación de ramos tanto científicos como de humanidades e idiomas, así como cursos de formación comercial, de modo que la implantación del modelo que podríamos llamar institutano no significó dar la espalda a las necesidades de la ciudad. Cabe destacar que ya en el Decreto Supremo que lo creó se establecía (artículo 9º) que "Los exámenes que los alumnos del liceo rindieren en él, serán válidos para obtener grados universitarios". Su primer rector fue el educador Joaquín Villarino (1832-1911) y su matrícula original era de 150 alumnos.
Entre los rectores a lo largo de casi siglo y medio, sigue destacando el que sería su nombre patronímico, Eduardo De la Barra Lastarria (1839-1900), quien dirigió el establecimiento entre 1877 y 1891, con quien éste alcanzó un gran nivel no sólo educacional sino cultura, sin perjuicio de ser partidario de dar a sus alumnos una formación práctica. De la Barra fue una personalidad polifacética y notable, que desborda con creces los parámetros de la historia local, y cuyo recuerdo merece un rescate; de forma un tanto tardía, en 1944 el liceo fue bautizado con el nombre de éste, su más destacado rector.
Las tradiciones de este liceo también tienen un arraigo de barrio, ya que sus diversas sedes han estado siempre en el sector del Almendral, donde tradicionalmente se han concentrado colegios y liceos desde mediados del siglo XIX. Comenzó en un local arrendado a la orden mercedaria en la calle Retamo, para trasladarse a un local construido en 1874 en la actual calle Colón, el que resultó semidestruido tras el terremoto de 1906. Le siguió un local "provisorio" (1911), pero que sirvió largas décadas, hasta dar paso a las edificaciones actuales, siempre en Colón, inauguradas en 1972 por el Presidente Salvador Allende, otro ex alumno.
Más que un liceo
Este fue mucho más que un plantel de educación secundaria, ya que en las décadas siguientes y hasta entrado el siglo XX, funcionaron en su interior diversos cursos de nivel superior, universitario, de manera tal que se puede considerar perfectamente a este Liceo, como un germen fundamental de las universidades que posteriormente aparecerían en Valparaíso. Nos referimos a las sedes locales de la Universidad de Chile, que después se transformarían en las universidades de Valparaíso y Playa Ancha ya que, si a su nivel de enseñanza secundaria el ya mencionado Instituto Nacional fue el paradigma, en el nivel siguiente el correlato era la casa de Bello, y por lo tanto, la impronta de este Liceo en particular también ha tendido al humanismo laico.
Los profesores que han pasado por las aulas del "Eduardo De la Barra" no son menos ilustres que sus rectores; así, tomando los escritos del lingüista e investigador de Valparaíso, Leopoldo Sáez (otro ex alumno, dicho sea de paso), entresacamos nombres como el pintor Juan Francisco González, el poeta Gonzalo Rojas y los alcaldes porteños Juan Montedónico y Sergio Vuskovic. Los alumnos y egresados también conforman cosechas fructíferas; de ellos sólo citemos por ahora a los escritores Joaquín Edwards Bello y al playanchino adoptivo Carlos León, quien ingresó al establecimiento en 1932.
Además de carreras universitarias, en otros tiempos también funcionaron en su recinto la Escuela Naval (en el siglo XIX), el Instituto Superior de Comercio, el Liceo Nocturno y el Museo de Valparaíso (actual Museo de Historia Natural), fundado en 1878 a iniciativa del rector De la Barra, que funcionó originalmente al interior del plantel. Las reparticiones de premios de antaño eran todo un acontecimiento social. Todo ello, sumado a las múltiples actividades culturales de toda índole realizadas en sus aulas, hace que no baste con considerar al "Eduardo De la Barra" como un liceo más, sino como un representante de la época de oro -por desgracia desvanecida- de la educación estatal chilena.
2 comentarios:
Hola!!
Muchas gracias por la visita y el comment. Estuve harto rato leyendo tu blog, me gusto mucho, tiene un poquito de todo.
Un abrazo desde Chile...
Saludos!!
Te leo :D
Oye Joe... si escuchas el ultimo umploged de hall of fame... you can`t do it in spanish enimore... encontraràs una pieza mia...Concentration Moon - Carlos Zappazerpa y Familia...
¿conoces a Luis G. o a otros de la comunidad Zappiana de la liZta?
www.liZta.com
un abrazo
Carlos Zappa Zerpa
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